Cuando eras pequeño puede que recuerdes, aquella frase que temíamos tanto: «Pórtate bien, que si no vendrá el coco y te comerá». Pues si, ¡Ya nos lo estaban advirtiendo!
Seguro que has oído alguna vez el término CaCo en montaña, es decir la abreviación de Caminar-Correr por lo que el término CoCo quiere decir: Correr-Correr. Para muchos iniciados en la montaña, al ver los vídeos resúmenes de las carreras más famosas donde se ven a los grandes corredores siempre corriendo, uno tiende a imitarlos.
Puede que, ya sea en algún entreno o carrera habrás empezado corriendo las primeras rampas que estaban en el recorrido pero poco a poco se ha ido terminando la energía y los últimos kilómetros, ya ni caminas, te arrastras, por ello el término CaCo requiere una gran relevancia.
Es curioso que algunos deportistas que provenían del mundo del alpinismo o del senderismo (trekking que llaman algunos) tienen una ligera ventaja de los que empiezan desde cero. Estas personas están acostumbradas a estar en movimiento durante mucho tiempo, ya que cualquier ruta de montaña es fácil sumar más de 5-6 horas sin parar de moverse, por lo que están muy bien acostumbrados a algunos aspectos que no le damos importancia como la tolerancia a la comida, el reconocimiento del terreno o una buena orientación, aspectos básicos para un corredor de montaña.
Mi consejo, es que si has empezado en el mundo de las carreras de montaña práctica el CaCo en tus primeros entrenamientos. Camina en subidas, en terrenos técnicos o en bajadas muy pronunciadas siempre a una intensidad suave. Cuando veas un terreno apto para correr, prueba de correr pero controlando tu intensidad, una buena manera sería llevar un ritmo que puedas estar hablando con una persona. Te aseguro que conseguirás un buen entrenamiento, mejorando todas las adaptaciones que provoca la baja intensidad en el corredor de montaña. Con el tiempo verás como en el mismo entrenamiento iras reduciendo el tiempo caminando mientras que aumentarás el tiempo corriendo.
Si eres un corredor más experimentado no le des la espalda al CaCo, en periodos regenerativos, en los que no tengas un objetivo a la vista o simplemente porque estás agobiado de relojes, tiempos y zonas de entrenamiento haz una buena sesión de CaCo, ¡Te vendrá genial!
El corredor de montaña en muchas ocasiones se pierde el gran regalo que le da la naturaleza, donde solo está pendiente de relojes, geles y ritmos. Pon un CACO en tu vida. !Disfruta de las montañas!